Reiki: amor universal, energía pura
La función principal del Reiki es establecer el equilibrio entre cuerpo y espíritu. El reiki parte del supuesto de que por el universo fluye una corriente energética que impregna todo lo que hay en él. Esta energía esta a disposición de cualquiera de nosotros y simplemente tenemos que aprender a conectar con ella.
Por tanto, el terapeuta de Reiki va a actuar de “canal” entre el universo y el paciente, dejando que fluya esta energía por él mismo hasta llegar al paciente, donde la propia energía vital equilibrará su sistema energético, ayudándole a soltar las tensiones y el estrés, aliviando dolores y activando la capacidad de su cuerpo para sanarse.
¿Entonces cómo es una sesión de reiki?
Practicar Reiki es tan sencillo como poner las manos sobre el cuerpo del paciente con las palmas de las manos hacia abajo y dejar que la energía fluya. Tanto el que practica como el que recibe Reiki pueden sentir cosas diferentes, calor, frío, picazón, alivio, o simplemente nada y eso no quiere decir que la terapia sea mejor o peor porque Reiki SIEMPRE funciona independientemente de lo que sientan reikista y paciente.
La manera tradicional de ofrecer Reiki es, el paciente tumbado con ropa comoda y descalzo, mientas el reikista va poniendo sus manos en el cuerpo del paciente cambiando en función de las sensaciones del reikista y según el paciente va absorbiendo más o menos energía.
La sesión dura aproximadamente hora y media, habiendo una charla inicial entre terapeuta y paciente, 45 minutos de sesión en camilla y charla final con intercambio de sensaciones y experiencia. El Reiki es adecuado y aconsejable para todas las personas, incluyendo bebés y mujeres embarazadas. No tiene ninguna contraindicación.
¿Pero como funciona el Reiki en nuestro cuerpo?
Lo primero que hay que tener claro es que nuestro cuerpo es pura energía.
Toda materia está formada por átomos y moléculas, atraídas entre sí formando la masa, pero si miramos microscopicamente esta masa observamos que hay espacio entre estas partículas. Pues bien este espacio sería la energía.
Por tanto, nuestro cuerpo es una gran masa de energía que posee unos centros energéticos o ruedas que se llaman chakras. Estos chakras estan repartidos por numerosos puntos del cuerpo pero 7 son los chakras principales: raíz, sacro, plexo solar, corazón, garganta, tercero ojo y corona.
Cada uno de estos chakras esta relacionado con unas glándulas y órganos, así como con unas emociones. Los chakras pueden bloquearse por emociones y sentimientos mal gestionados por nuestro cuerpo. Recordad que estamos hablando del cuerpo energético no del cuerpo físico, pero, ¿qué hacía el reiki? Mantener la unión entre cuerpo y espíritu. Así que una de las funciones principales del Reiki es equilibrar los chakras.
Os pondré un ejemplo. Si tenemos que decir algo a alguien y no sabemos cómo, se nos hace un nudo en la garganta, esto sería un bloqueo en chakra garganta que si no lo desbloqueamos puede derivar en un problema de dolor o enfermedad. ¿Cómo lo desbloqueamos? Mediante Reiki, terapia de sonido, mediante colorterapia (cada chakra va asociado a un color) e incluso técnicas de expresión: si no puedo decir lo que me provoca el nudo en mi garganta, al menos voy a escribirlo o realizar una visualización de mí mismo hablándolo y expresándolo.
En definitiva se trata de ir conociendo nuestro cuerpo y escucharlo, porque nuestro cuerpo nos habla a través de los síntomas, por tanto si sabemos entenderlo, os aseguro que podemos ganar muchísima salud y tomar las riendas de nuestra vida para autosanarnos.
Namasté