¿Sabes respirar?

La respiración es lo primero que recibimos al nacer y lo último que nos deja al morir. Un proceso vital tan sencillo, tan básico y que hacemos miles de veces al día de manera inconsciente, pero, ¿crees que le damos la importancia que se merece?

Te invito, por un momento a parar.  Siente, observa por un instante cómo respiras. ¿Lo haces por la nariz o por la boca?  ¿Hacia dónde diriges el aire al inhalar? ¿Qué es mas larga tu inhalación o tu exhalación? Simplemente obsérvate…

Ahora te invito a ser consciente de tu respiración. Intenta dirigir el aire que inhalas a la parte baja de tu abdomen, hinchando tu tripa como si de un globo se tratara. Al exhalar deshincha este globo y mete tu tripa hacia adentro: así estas practicando la respiración profunda. Es curioso que esta es la forma en que respiran los bebes cuando vienen al mundo, pero es mas curioso aún el darse cuenta como con los años vamos perdiendo esta capacidad.

El motivo de no respirar correctamente tiene mucho que ver con nuestra forma de vida. En los tiempos que corren, en los que  nuestro día a día se ve salpicado de muchos momentos de tensión, de malestar , de ansiedad, en la mayoría de ocasiones por circunstancias ajenas a nosotros, tenemos a mano una valiosa herramienta : la respiración.

En el momento  en que notamos en nuestro cuerpo una señal de alarma, debemos saber identificar este  estado y  aprender a respirar , de manera que logremos controlar nuestras emociones con la respiración.

Al respirar profundamente sientes como tu cuerpo se destensa, tu mente se aclara y empiezas a sentir un estado de calma, de paz, de equilibrio, que te ayuda a verlo todo con mucha más claridad, al igual que en un lago consigues ver el fondo cuando sus aguas están calmadas, claras y en quietud, pero no cuando están revueltas.

Precisamente con la practica del yoga, lo primero que aprendemos es a  respirar. Cada movimiento (kriya o asana) va acompañado de una respiración consciente.

Existen diversas técnicas de pranayamas (respiraciones) que nos ayudan a controlar la mente y el cuerpo, con la finalidad de ayudarte a adoptar una actitud positiva en cada uno de los distintos momentos difíciles a los que día a día te enfrentas, porque  sinceramente estoy convencida que una clase de yoga  realmente comienza cuando recoges la esterilla, abres la puerta de la sala de relajación  y sales a la calle a VIVIR  TU VIDA.