Alimentación consciente

¿Qué es la alimentación consciente?

Este mes de Diciembre quizás sea el mes que más comemos, o mejor dicho, “mal-comemos” de todo el año.

Cierto es que es un año diferente, por las circunstancias que hemos elegido vivir, pero no deja de ser un mes de fiestas navideñas en el que la comida o la cena forman parte de las reuniones familiares o de amigos y mezclar emoción con comida puede no tener un buen resultado. Es por ello que es ideal comenzar este mes con la práctica de la alimentación consciente. Pero te preguntarás, ¿cómo puedo comer conscientemente? ¡Te cuento!

¿En qué consiste la alimentación consciente?

Cuántas veces has escuchado la frase: “Comer es un placer” ¡Muchas! Y así debe ser. Sentarse a saborear una buena cena o comida es algo que realmente se puede disfrutar mucho y comer en buena compañía más aún, pero más abajo te dejaré unos pequeños consejos para que disfrutes mucho más.

Si durante el día a día comemos solos, muchas veces lo hacemos rápidamente. Siempre creemos tener cosas que hacer y aprovechamos el momento de la comida para ver la televisión, leer el e-mail, revisar Facebook, WhatsApp… Hacemos de todo mientras comemos excepto, raramente, saborear y prestar atención al acto de comer. Y así, nos estamos perdiendo un gran placer y no somos conscientes de la gran cantidad de alimentos que deglutimos sin notarlo. ¡Error! Porque realmente: ¿Estamos disfrutando de uno de los actos más importantes de nuestras vidas, que es nutrirnos y alimentarnos, sin el que no podríamos vivir?

Para comenzar a cambiar este “chip” practicaremos la alimentación consciente.

John Kabat-Zinn, uno de los mayores expertos en Mindfulness del mundo, propone como primer ejercicio de meditación que enseña a sus pacientes, el de la uva pasa, que consiste en comerse una uva pasa de manera consciente y con todos los sentidos puestos en el acto de comerla. ¿Increíble verdad?

El hecho de que prestemos atención, literalmente nos despierta y nos hace ver como muchas veces realizamos las cosas mecánicamente. Tener conciencia de lo que hacemos es la práctica esencial de la meditación plena y puedes comenzar por practicar este tipo de alimentación.

Por otro lado, cuando comemos o cenamos en compañía, la cosa se complica un poco más, pero puede resultar divertida si te dedicas a observar lo que sucede en ti, si emocionalmente te afecta la conversación, lo notarás en la forma de comer, en cómo te sienta la comida, en qué alimentos te apetece ingerir más, etc.

Consejos para una alimentación consciente

  • Empieza practicando a solas, más adelante lo harás en compañía.
  • Opta por elegir algo sencillo: un alimento en concreto (una uva pasa, una oliva, una almendra, una fruta..) más adelante lo harás con una comida o una cena completa.
  • Observa el alimento frente a ti, cómo ha llegado hasta tu mesa. Es un alimento natural o procesado. Piensa en las personas que antes de ti han intervenido en este alimento.
  • Lleva la atención a tu respiración, no la controles, observa cómo entra y sale el aire de tu cuerpo y las emociones que surgen o deseo de comer el alimento.
  • Coge el alimento entre tus dedos, cierra los ojos, huélelo, siente su textura, su aroma.
  • Toma conciencia del movimiento de tu brazo y llévalo a tu boca, consciente de cómo abres la boca y cae sobre tu lengua.
  • No lo mastiques, deja que se deshaga lentamente en la boca. Nota cómo se disuelve, nota el sabor, nota la textura…
  • Ahora comienzas a masticarlo, observa, siente el movimiento de tu mandíbula al masticar y el momento de tragar. Siente cómo pasa por tu garganta.
  • Nota el sabor residual que queda en tu boca conforme el alimento va desapareciendo de tu boca y dónde lo notas, nota como poco a poco se va perdiendo.
  • Si te viene algún pensamiento ajeno durante el proceso, obsérvalo y deja que se marche como una nube y vuelve a centrarte en lo que estás haciendo.

¿A que es una manera de alimentarse no menos que interesante?

Te aseguro que cuando te habitúas a alimentarte así te sientes muy bien, porque por un lado dejas de engullir y pasas a alimentarte realmente. Además comes mucho más sano, porque te das cuenta de lo que conlleva una comida procesada y la energía que te aporta un alimento natural conforme la naturaleza nos lo regala.

Comienzas a darte cuenta que los días de menos estrés te apetece comer más sano y los días de estrés te decantas más por la comida procesada. O si emocionalmente estás alterado también eso influye en tu forma de comer. Te animo a probar y a contarme tus experiencias.

Y recuerda que comer es un placer. ¡Disfruta!

1 Comentario

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Alba Pérezrespuesta
enero 18, 2021 en 9:53 am

Es algo que nunca me había parado a pensar pero tiene razón. Disfrutemos de placeres de la vida como estos y seamos conscientes de todo lo que tenemos.

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